Saliendo
de Jirón de la Unión se encuentra la Plaza de Armas, desde este punto dos
construcciones imponentes logran impresionar a un visitante, pero esta lucha por la atención la
gana un monumento arquitectónico de estilo renacentista con
adornos platerescos tradicionales de España, la cual sufrió diversos cambios
desde que Francisco Pizarro puso la primera
piedra en 1535, pasando por el último terremoto que causó graves daños en 1940,
hasta la actualidad donde se le considera como Patrimonio Cultural de la
Humanidad; La Catedral de Lima, una de las más bellas de toda Latinoamérica, se
encuentra al lado este la Plaza Mayor de Lima en
el Jirón Carabaya (Gradas de la Catedral), cuadra dos del actual Jirón Augusto
Wiese.
El visitante se encuentra con tres
puertas temibles de cinco metros aproximadamente llamadas: Puerta del Perdón (la del centro), Puerta de la Epístola (lateral derecho) y Puerta del Evangelio (lateral
izquierda), las cuales sirven de portal hacia una época distinta donde primaba
la moda de estilos gótico tardío, renacentista y barroco. La Joya de la arquitectura Colonial es en sí una
perfecta síntesis de los estilos arquitectónicos que se desarrollaron en la ciudad de Lima desde
sus orígenes hasta el día de hoy.
En el interior
de La Catedral de Lima son 21 capillas que nuestro visitante logra divisar y contar
en su entorno, siendo las más conocidas: Capilla de los Santos
Peruanos, donde preside la imagen de Santa Rosa de Lima. Capilla de la Virgen de la Paz, donde presenta el
cuadro de San Juan Evangelista, patrono de la Catedral. Cripta de Francisco
Pizarro, donde reposan los restos del mismo conquistador del Perú. Capilla
de la Virgen de la Candelaria, de estilo barroco-neoclásico. También
presenta tres naves y dos laterales adicionales, a lo largo de éstas últimas se
observan cuadros de gran formato del Vía Crucis. Recientemente se colocaron en las columnas doce
cuadros alusivos a los doce Apóstoles y a la vez a los doce artículos de fe del Credo apostólico. El
‘Papa Peregrino’, Juan Pablo II, visitó este
recinto en dos ocasiones, en 1985 y en 1988, lo
que se conmemora en dos placas que se ven a la entrada.
Gracias a estos recientes
cuadros bañados en ‘pan de oro’ y a la excelente restauración que reciben las
cúpulas paulatinamente por parte del Estado de turno, se considera como Patrimonio
Cultural de la Humanidad desde 1991 y como
Museo desde 2013.
MARAVILLA ARQUITECTÓNICA DE UN
RETRATO ESPAÑOL.
El radiante
sol iluminaba la Plaza Mayor de Lima, el bullicio de la gente no dejaba de
cesar. El cambio de guardia en el Palacio de Gobierno (a orillas del río Rímac)
captaba la atención de las personas que pasaban por ahí, sobre todo el de los
extranjeros, que sorprendidos no dejaban de fotografiar la escena.
Algunos se
acercaban hasta las rejas de la casa del Gobierno, de estilo neobarroco, otros
optaban por colocarse sobre las bancas y así no perderse el acontecimiento.
Excepto Gael, un hombre de 27 años con aspecto europeo, de estatura imponente,
delgado, castaño, tez blanca y de ojos azules, que con suma admiración no
dejaba de contemplar el monumento que se encontraba frente a él, con cámara en
mano no paraba de capturar partes del vestigio histórico: La Catedral de Lima,
considerado Monumento Arquitectónico e Histórico Nacional del Perú.
‘‘A
pesar de la distancia que me separa de
mi madre patria, este recinto hace que por un momento me sienta como en ella’’,
refiere Gael, español de nacimiento.
La semejanza
que existe entre ‘La Joya de la arquitectura colonial’ y las diversas iglesias
españolas son resaltantes, como las que se encuentran en las cúpulas, atrios,
altares, naves y capillas. Sentado al lado derecho de la primera fila, frente
al altar mayor, mira los ojos del cristo crucificado, recuerda la primera vez
que visitó la catedral de Sevilla junto a su abuela, para pedir por la salud de
su padre, es inevitable dejar caer una lágrima del recuerdo que este escenario provoca
en él. Logra recrear los momentos duros de su niñez.
Tras la
larga conversación con el ‘Pelucón’ (Dios) opta por retirarse con la seguridad
de que algún día regresaría al lugar que logra transportarlo y hacerle sentir
como en casa.
Integrantes:
-Almidòn Callalli, Anderson
-Barraza Porras, Monika
-Romero Izquierdo, Diana