martes, 16 de septiembre de 2014

Saliendo de Jirón de la Unión se encuentra la Plaza de Armas, desde este punto dos construcciones imponentes logran impresionar a  un visitante, pero esta lucha por la atención la gana un monumento arquitectónico de estilo  renacentista con adornos platerescos tradicionales de España, la cual sufrió diversos cambios desde  que Francisco Pizarro puso la primera piedra en 1535, pasando por el último terremoto que causó graves daños en 1940, hasta la actualidad donde se le considera como  Patrimonio Cultural de la Humanidad; La Catedral de Lima, una de las más bellas de toda Latinoamérica, se encuentra al lado este la Plaza Mayor de Lima en el Jirón Carabaya (Gradas de la Catedral), cuadra dos del actual Jirón Augusto Wiese.
El visitante se encuentra con tres puertas temibles de cinco  metros aproximadamente llamadas: Puerta del Perdón (la del centro), Puerta de la Epístola (lateral derecho) y Puerta del Evangelio (lateral izquierda), las cuales sirven de portal hacia una época distinta donde primaba la moda de estilos gótico tardío, renacentista y barroco. La  Joya de la arquitectura Colonial es en sí una perfecta síntesis de los estilos arquitectónicos que se desarrollaron en la ciudad de Lima desde sus orígenes hasta el día de hoy.

En el interior de La Catedral de Lima son 21 capillas que nuestro visitante logra divisar y contar en su entorno, siendo las más conocidas: Capilla de los Santos Peruanos, donde preside la imagen de Santa Rosa de Lima. Capilla de la Virgen de la Paz, donde presenta el cuadro de San Juan Evangelista, patrono de la Catedral. Cripta de Francisco Pizarro, donde reposan los restos del mismo conquistador del Perú. Capilla de la Virgen de la Candelaria, de estilo barroco-neoclásico. También presenta tres naves y dos laterales adicionales, a lo largo de éstas últimas se observan cuadros de gran formato del Vía Crucis.  Recientemente se colocaron en las columnas doce cuadros alusivos a los doce Apóstoles y a la vez a los doce artículos de fe del Credo apostólico. El ‘Papa Peregrino’, Juan Pablo II, visitó este recinto en dos ocasiones, en 1985 y en 1988, lo que se conmemora en dos placas que se ven a la entrada.

Gracias a estos recientes cuadros bañados en ‘pan de oro’ y a la excelente restauración que reciben las cúpulas paulatinamente por parte del Estado de turno, se considera como Patrimonio Cultural de  la Humanidad desde 1991 y como Museo desde 2013.

 

MARAVILLA ARQUITECTÓNICA DE UN RETRATO ESPAÑOL.
El radiante sol iluminaba la Plaza Mayor de Lima, el bullicio de la gente no dejaba de cesar. El cambio de guardia en el Palacio de Gobierno (a orillas del río Rímac) captaba la atención de las personas que pasaban por ahí, sobre todo el de los extranjeros, que sorprendidos no dejaban de fotografiar la escena.
Algunos se acercaban hasta las rejas de la casa del Gobierno, de estilo neobarroco, otros optaban por colocarse sobre las bancas y así no perderse el acontecimiento. Excepto Gael, un hombre de 27 años con aspecto europeo, de estatura imponente, delgado, castaño, tez blanca y de ojos azules, que con suma admiración no dejaba de contemplar el monumento que se encontraba frente a él, con cámara en mano no paraba de capturar partes del vestigio histórico: La Catedral de Lima, considerado Monumento Arquitectónico e Histórico Nacional del Perú.
‘‘A pesar  de la distancia que me separa de mi madre patria, este recinto hace que por un momento me sienta como en ella’’, refiere Gael, español de nacimiento.
La semejanza que existe entre ‘La Joya de la arquitectura colonial’ y las diversas iglesias españolas son resaltantes, como las que se encuentran en las cúpulas, atrios, altares, naves y capillas. Sentado al lado derecho de la primera fila, frente al altar mayor, mira los ojos del cristo crucificado, recuerda la primera vez que visitó la catedral de Sevilla junto a su abuela, para pedir por la salud de su padre, es inevitable dejar caer una lágrima del recuerdo que este escenario provoca en él. Logra recrear los momentos duros de su niñez.
Tras la larga conversación con el ‘Pelucón’ (Dios) opta por retirarse con la seguridad de que algún día regresaría al lugar que logra transportarlo y hacerle sentir como en casa.



Integrantes:
-Almidòn Callalli, Anderson
-Barraza Porras, Monika
-Romero Izquierdo, Diana

 

domingo, 24 de agosto de 2014

La más recorrida del local central de la UNFV

Todo estudiante universitario pasó por ella. Incluso los cachimbos. Hasta para los visitantes de otros locales de la universidad se les hace imposible sentirla.
En el verano calienta como ninguna otra. En el invierno fría pero nadie se le resiste. Algunos la acompañan con un cigarrillo que se consume con los gélidos vientos que cruzan de izquierda a derecha y viceversa. Así es ella, irresistible para hombres y mujeres.
¿Quién no durmió en ella alguna vez? Si la respuesta es no, miente tan vilmente que su ‘diablito imaginario’ estaría tan contento que podría morir en paz. Si la respuesta es sí, su conciencia está tranquila. Todos dormitamos aunque sea algunos momentos en ella.
Nadie, absolutamente nadie, está propenso a pasar por ella. Reír. Jugar. Leer. ‘Hacer hora’ con tus amigos o solo. En ella haces de todo y todos te ven. Lo mejor es que nadie te dice nada.
Así es la plataforma del local central de la UNFV. Fría y caliente. Todos pasamos por ella alguna vez. Otros más veces. Otros menos veces. Pero al fin al cabo la gran mayoría de universitarios que estudiamos en el local central.

Una fiel compañera que siempre está para ti cuando más la necesitas. Nunca te dirá que no. Eso sí, nunca pide nada cambio. Sólo tu lealtad hacia ella que siempre estará para ti en los mejores y peores momentos en los que te encuentres.